¿Por qué es importante la resolución de imágenes para impresión?

¿Por qué es importante la resolución de imágenes para impresión?

Cuando tenemos que imprimir una imagen en la imprenta, es muy importante tener en cuenta la resolución de la misma. Este factor hará que nuestra imagen impresa tenga la calidad adecuada y adaptada a su formato final (gran impresión, cartel, fotografía…). 

Qué es la resolución de una imagen 

La resolución de una imagen hace referencia a la cantidad de detalle que puede observar el ojo humano de una determinada imagen, independientemente de si es escaneada, fotografiada o impresa. 

Por tanto, cuanto mayor es la resolución, mayor detalle visual presenta (más detalles de esa imagen habremos captado).

Cuando hablamos de resolución, nos referimos a tres elementos:

- Resolución de una imagen digital, que hace referencia al número de píxeles que contiene esa imagen a lo alto y a lo ancho. 

- Resolución en pantalla. Al ver la imagen en la pantalla de nuestro ordenador, la vemos con la resolución del monitor. Esta resolución se mide en píxeles por pulgada (ppp) y suele ser entre 72 y 93 ppp. 

- Resolución de impresión, la cual se expresa en dpi (puntos por pulgada). La resolución de impresión es la cantidad de puntos por pulgada de tinta que se plasman en el papel durante la impresión de una imagen. Cuantos más puntos por pulgada configuremos, más detalles obtendremos en la imagen.  

Cuál es la resolución recomendada para impresión en gran formato 

Para una impresión óptima, tu archivo debe estar diseñado a tamaño real a 150 dpi o para impresiones de mayor tamaño a una escala del 10% a 300 dpi de resolución.

Un mayor número de 300 DPIs nos resultara en archivos demasiado pesados para poder procesarlos en la mayoría de los RIPs de las impresoras.

Por otra parte podemos escalar un archivo de imagen es decir píxeles, hasta 12 veces su tamaño original sin que pierda calidad en su información de datos y se vea borroso o pixelado, al contrario de un archivo con base en vectores que puede ser escalado al tamaño que queramos sin que se vea afectada su información. Un error común que se comete es pensar que a mayor peso de un archivo (megabytes) mejor calidad, en impresión para gran formato este principio no aplica.

Sin embargo, esta medida cambia según el trabajo que queramos imprimir, ya que la resolución de imprenta está relacionada con la distancia a la que se situará el objeto que imprimamos. 

Es importante que nos quedemos con esta premisa: la resolución de imprenta es inversamente proporcional a la distancia de visión. Esto quiere decir que cuanto mayor sea la distancia a la que nos encontremos del objeto impreso, menor debe ser la resolución, ya que nuestra capacidad de visión será limitada. 

Por lo tanto, la resolución estándar puede ser aceptable para una fotografía de 15x20cm, pero no tiene por qué ser la adecuada para imprimir en gran formato. Como hemos dicho antes, llegados a este punto siempre es recomendable preguntar a un profesional de nuestra imprenta de confianza. 

Pongamos un ejemplo: si vamos a colocar nuestro cartel impreso a dos metros del público, la medida estándar es 38 dpi. Si queremos colocarlo a un metro de distancia, con 76 dpi es suficiente. Si queremos colocarlo a 50 cm, la resolución en imprenta tiene que subir hasta los 152 dpi. 

Como vemos, cuanto menor sea la distancia a la que nos encontremos del objeto impreso, mayor ha de ser la resolución. Un ejemplo visual de esto es cuando paseamos por la calle y vemos un cartel en una marquesina. A simple vista, no podemos ver los puntos de impresión, pero cuando nos acercamos, sí podemos apreciarlos. 

Cómo saber qué resolución tiene una imagen

Ya sabemos que lo ideal es enviar imágenes a imprenta con una resolución de 300 ppp, pero ¿cómo sabemos la resolución que tiene la imagen con la que estamos trabajando? ¿Podemos modificarla? 

Para saber la resolución de cualquier imagen podemos utilizar cualquier programa de edición y retoque fotográfico. Nosotros elegiremos Photoshop. Cuando abrimos la imagen en Photoshop, lo primero que debemos hacer es saber qué resolución tiene la imagen de partida. Para ello, hacemos la siguiente ruta: Menú – Imagen – Tamaño de imagen. 

En ese punto, es donde podremos saber qué resolución tiene la imagen. Para modificarla, debemos seguir la misma ruta y, simplemente, cambiar la resolución por la que consideremos adecuada. 

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